La Rosa de los Vientos me ha de ayudar...

La Rosa de los Vientos me ha de ayudar...

Roberto nos propone una lectura como punto de partida del programa Prometeo (ciclo de innovación para profesores). Unas pautas sobre cómo encarar de forma ordenada y sistemática el proceso de aprendizaje en una organización.

Es preciso dedicar el tiempo necesario a la recogida de información, análisis, definición de objetivos, planificación de acciones, ejecución y control de resultados. Este proceso es el que permite, a través una correcta retroalimentación (feedback) el aprendizaje y mejora.

Se señalan posibles obstáculos, a tener en cuenta. En el ámbito de la INFORMACION, la falta de transparencia y comunicación en las organizaciones. La información se sustituye por contactos y datos deshumanizados. Esto favorece que emerjan canales alternativos (rumores) no contrastados y poco fiables. Las organizaciones (empresa, universidad, sociedad…) evitan el intercambio de opiniones y el diálogo. La información “correcta y necesaria” viene predeterminada por los individuos que detentan el poder de la organización. También es posible que la organización enmascare la información mediante formas burocráticas crípticas, de difícil acceso o comprensión para la mayoría.

En el ANÁLISIS el mayor obstáculo es nuestra capacidad limitada, que tiende a la aplicación de soluciones rápidas y prácticas, sin un diagnóstico certero.

La asignación de responsables en individuos de naturaleza limitada, como lo somos todos, es uno de los obstáculos en la etapa de ACCIÓN. La organización en lugar de entender la responsabilidad como un proceso de mejora colectivo, prefiere trasladar culpas a individuos específicos.. Pudiendo darse también una mala definición de funciones y tareas, y por supuesto, un afán individualista e inmaduro de acaparar reconocimientos y obviar culpas y castigos.

Para superar estos obstáculos:

1. Asumir nuestras limitaciones y hacerlo aquí y ahora.
2. Adoptar una actitud madura, llevando a cabo nuestra actividad con independencia intelectual, de una forma organizada y constante, casi tenaz.
3. Ponernos en los zapatos de los demás, favoreciendo una atmósfera de confianza y colaboración.

En definitiva, necesitamos una brújula, o de forma más poética, una Rosa de los Vientos que nos ayude a orientarnos y llegar a nuestro destino en nuestra actividad docente.

J.I. Cuadrado