viernes, 28 de enero de 2011

Aprendizajes y aplicaciones

Javier Franzé me remite este texto de síntesis de lo que experimentó en la primera reunión del Ciclo de Innovación que montamos el pasado día 20 de enero. 


"De la primera reunión que tuvimos me quedo sobre todo con el concepto de “espacio de participación," conocimiento y comunicación” que creo fue el hilo rojo de la exposición de Roberto y de varios de nosotros.

Me parece un concepto sugerente, sobre todo por lo que connota la palabra “espacio”, en el sentido de ambiente, lugar, dinámica, horizontalidad. Creo que encierra lo que para mí es uno de los problemas de la vida en el aula (que creo es mejor que hablar de “relación docente-estudiantes”): el reconocimiento mutuo, y por tanto sobre todo de los docentes respecto de los estudiantes.

Ese concepto me sugiere que la participación no es algo que el docente tiene y da u otorga a los estudiantes, sino un espacio que existe (aunque debamos construirlo), que no es a priori de nadie, sino que es colectivo y que por tanto cada cual tiene derecho a tener y usar. Me parece que cuando entendemos la participación como algo que el docente da a los estudiantes (esos quince minutos para hacer preguntas luego de hora y pico de farragoso monólogo), justamente lo que desaparece es el “espacio”: es como si los estudiantes estuvieran apretados entre la espada de la competencia con los otros y la mirada escrutadora del profesor, y la pared de su miedo a decir algo “inapropiado”.

Derivado de esto, creo que otro concepto que me ha resultado muy sugerente es el de “miedo”, que también enfatizó Roberto. Antes de escuchar esta idea, yo pensaba más bien que lo que había en el aula era “ansiedad”, y que una tarea del docente era aplacarla, disolverla, mostrando el horizonte de qué se iba a hacer y cómo, y creando un ambiente distendido y amable de trabajo. Ahora veo que quizá “miedo” es el concepto raíz del cual emana el de “ansiedad”.

También me ha interesado la vinculación entre “grupo” y “memoria”. Y sobre todo lo que sugiere de que el grupo permanece y continúa más allá del docente, lo cual refuerza la idea de que la clase no es del profesor, sino de todos. Y, como en todo grupo, al ser de todos puede haber vida autónoma de una parte del grupo respecto de la otra: en este caso, de todo el grupo menos el docente, llegado el caso. Quiero decir con esto que el grupo no se enciende y apaga cada vez que empieza y termina la clase, lo cual significa que el interruptor está en manos del profesor. Por eso me resulta muy intersante la idea de que el grupo prolonga su actividad como grupo, y no como suma de individuos, fuera del aula, en por ejemplo espacios virtuales, como sugería Roberto. Esa continuidad, en efecto, da motivación, y así cuando tenemos la próxima clase, no hay que empezar del punto cero de motivación, sino que los estudiantes ya vienen en marcha.

Y, finalmente, creo que vinculado a la idea de la necesidad del reconocimiento (del estudiante por el profesor y por todos los demás estudiantes), me quedo con una frase que comentó Roberto y me pareció muy sugerente también: “si no te preguntan, no existes”. Me parece que contiene elementos muy ricos y a la vez inquietantes, pues cualquiera en su experiencia de la vida personal puede saber y ha experimentado que, en efecto, cuando alguien decide en tu lugar que es lo mejor para ti, sin preguntarte tu punto de vista, te inferioriza, te infantiliza y así te anula como persona"

2 comentarios:

  1. La aportación de Javier me sugiere muchos comentarios "a más". Primero, se detiene en la idea de "Espacio de aprendizaje, de interacción o interrelación, de innovación" y lo califica muy oportunamente como: "en el sentido de ambiente, lugar, dinámica, horizontalidad", recogiendo muchas de sus acepciones .... y sobre todo, un lugar donde es posible, viable y deseable el intercambio, la interrelación, la interacción, la interdependencia ......

    Vengo utilizando esta expresión desde hace muchos años, sobre todo aplicada a "espacios de innovación". Para mí la innovación es una función -ya sabéis que a los economistas nos gustan mucho las funciones- de la "calidad de la intercomunicación", es decir, de la densidad y calidad de las relaciones entre los actuantes, y entre ellos y sus "familias" sociales o políticas. Por eso le doy tanta importancia a la comunicación, entendiendo por tal no información, sino intercomunicación, interrelación ..... y en forma más restrictiva y metodológica: grupo.

    El grupo de trabajo se convierte en el agente del desarrollo de la calidad de la intercomunicación, de la red de redes o de relaciones, y la densidad y calidad de estas .... son el fundamento de los espacios de innovación ....

    Un espacio de aprendizaje lo concibo como un espacio de innovación, como un espacio total e interdependiente, un sistema de transformaciones y con cierto grado de autorregulación, que tiende a ser mayor según se acerca a la madurez.

    Bueno, me he extendido tal vez demasiado ..... gracias a la aportación de Javier. Otro día más.

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  2. Interesante la reflexión de Javier sobre participación. Nosotros profesores siempre estamos hablando de la falta de participación de los alumnos, de los otros compañeros, de los decanos y hasta de los conserjes y no nos damos cuenta de que no es protestando como participamos, es decir, que no estamos participando por el simple hecho de protestar. Es más, no sólo no participamos como empeoramos la situación llenando los oídos de los que nos están cerca de quejas y generándoles, quizás, hasta algún enfado o alejamiento porque nadie desea estar cerca de alguien que siempre está protestando y que encima parece complacerse en la protesta.

    Muchas veces el sentido común nos sorprende mucho. Creo que éste es uno de esos casos. Las reflexiones de Roberto en clase y tu escrito ahora nos dan la impresión de que eso de que la participación no pertenece al profesor o al alumno, sino que es algo forjado y construido entre todos es algo novedoso, sin embargo estamos totalmente de acuerdo porque, en el fondo, es lo que pensamos y aquí reside la definición de sentido común, algo aceptado por todos como hecho de forma que ya no se reflexiona sobre ello. Una vez le oí a Roberto Carballo algo muy interesante que está relacionado con esto, y que utilizaba como forma de ilustrar lo de que en el fondo lo que buscamos es el sentido común de las cosas. Él decía que “cuando leemos un libro que nos gusta mucho es porque el autor está diciendo cosas con las cuales estamos tan de acuerdo que nos hubiera gusta haberlo escrito.” Quería decir que nos gusta hablar de lo conocido justo porque cuando se hace sentido común la gente lo olvida, da por hecho de forma que cuando lo volvemos a oír nos suena como novedoso o, en otros casos, desgraciadamente, como una tontería. Pues tomemos aquí como “novedosa” esa reflexión sobre participación y reflexionemos sobre ella aplicándola a nuestras profesiones y pensemos en cómo generar ese espacio sin adueñarnos de él de forma que nos sirva a todos, sea a nosotros, a nuestros aprendientes (prefiero esa palabra a a-lumnus, sin luz) y a los que nos cercan, seguro nos lo agradecerán.

    Buen domingo a todos,
    Maria Santos

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