Síntesis de reunión
Seré muy breve en esta entrada. El pasado jueves día 20 comenzamos nuestra andadura en el programa "Prometeo 2010", destinado a fraguar una red colaborativa de docentes universitarios deseosos de promover una transformación en profundidad de los métodos docentes al uso.
Dado que otros compañeros han efectuado una síntesis más certera de lo que yo pudiese realizar -no tuve más remedio que llegar a la mitad de la reunión, me limitaré a exponer algunas consideraciones personales.
No es la primera vez que participo en iniciativas de esta naturaleza con Roberto Carballo, a quien públicamente agradezco tantas y tantas cosas que he aprendido. En esta ocasión hubo un consenso general en señalar que la formación necesita de un alumnado que tienda a ser autónomo, que aprenda a colaborar, que sea capaz de desarrollar proyectos en grupo, que convierta las dificultades en retos.
Que hubiese una notable ilusión en el ambiente denota dos cuestiones: en primer lugar, que existe un grupo de docentes preocupados por mejorar sus prestaciones profesionales dentro de una universidad en pleno proceso de cambio. Asimismo, y en segundo lugar, existe una necesidad evidente de incentivar la comunicación entre nosotros, y también con nuestros alumnos. Tendemos a pensar en un plano individual, cuando no competitivo. La realidad no tiene por qué seguir estos derroteros. La reunión del otro día constituyó un soplo de aire fresco al comprobar que hay camaradas de sueños e ilusiones, gentes deseosas de compartir, personas con las que se puede trabajar. ¡Cuánto podemos aprender!
Otra cuestión que me gustaría subrayar es que todo lo desarrollado durante la sesión del pasado jueves se puede llevar a la práctica. Aunque todo parezca arduo en un primer momento, "sólo" hay que atreverse a proyectar la docencia desde otros puntos de vista. Los resultados irán llegando. Nuestros jóvenes necesitan de ello, máxime en las circunstancias que estamos viviendo actualmente.
Dado que otros compañeros han efectuado una síntesis más certera de lo que yo pudiese realizar -no tuve más remedio que llegar a la mitad de la reunión, me limitaré a exponer algunas consideraciones personales.
No es la primera vez que participo en iniciativas de esta naturaleza con Roberto Carballo, a quien públicamente agradezco tantas y tantas cosas que he aprendido. En esta ocasión hubo un consenso general en señalar que la formación necesita de un alumnado que tienda a ser autónomo, que aprenda a colaborar, que sea capaz de desarrollar proyectos en grupo, que convierta las dificultades en retos.
Que hubiese una notable ilusión en el ambiente denota dos cuestiones: en primer lugar, que existe un grupo de docentes preocupados por mejorar sus prestaciones profesionales dentro de una universidad en pleno proceso de cambio. Asimismo, y en segundo lugar, existe una necesidad evidente de incentivar la comunicación entre nosotros, y también con nuestros alumnos. Tendemos a pensar en un plano individual, cuando no competitivo. La realidad no tiene por qué seguir estos derroteros. La reunión del otro día constituyó un soplo de aire fresco al comprobar que hay camaradas de sueños e ilusiones, gentes deseosas de compartir, personas con las que se puede trabajar. ¡Cuánto podemos aprender!
Otra cuestión que me gustaría subrayar es que todo lo desarrollado durante la sesión del pasado jueves se puede llevar a la práctica. Aunque todo parezca arduo en un primer momento, "sólo" hay que atreverse a proyectar la docencia desde otros puntos de vista. Los resultados irán llegando. Nuestros jóvenes necesitan de ello, máxime en las circunstancias que estamos viviendo actualmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario